Cualquier buen gerente de campo sabe que el desempeño de su equipo depende en gran medida de los recursos que representan sus empleados y las condiciones que deben cumplirse para que puedan movilizarse y sinergizar sabiamente. Parece que se tienen en cuenta dos tipos de recursos: recursos personales (aquellos que son o deberían ser propiedad y movilizados por personas) y recursos de apoyo (aquellos que no se incorporan a las personas pero que son o deben ser a su disposición).