Aprendizaje permanente: saber aprender es la competencias más crítica del futuro. Lo que se aprende sigue siendo importante, pero en contextos que cambian rápidamente, rápidamente se vuelve obsoleto o se olvida. Saber cómo aprender ofrece a las personas la capacidad regenerativa de reinventarse a sí mismas para cambiar las demandas contextuales. Es la fuente de moneda, innovación, adaptabilidad, agilidad y resistencia.